sábado, 7 de mayo de 2016

Fuego Fatuo: Prologo

Los susurros pueden sonar como trompetas? Claro que no ¿Los susurros pueden destruir mundos? Obviamente si, solo tienes que prestar atención a lo que dicen, son pequeños sonidos con gran poder de destrucción, no puedes detener un tren con las manos, pero escucha el susurro de su camino y entonces entenderás como detenerlo.

Todos aclaman a la orden del Caldero, todos y cada uno de los habitantes de Modeum, como los girasoles siguen al sol, las personas siguen a la orden, no puedes mover montañas solo con desearlo, pero si transportando piedra por piedra, hasta otro punto entonces la montaña se habrá movido, quizá  hay muchas cosas que los humanos desean, pero no ocupan, habrá cosas que ocupen pero que realmente no necesiten y habrá cosas que realmente necesitan pero no lo desean, solo tienes que preguntarte ¿Lo quiero, lo ocupo o lo necesito? Para que moverías una montaña si no tendría ningún propósito especifico, podrán construir una casa, pero entonces habras notado que la planicie que la montaña dejo, te deja al descubierto de ataques y robos de ganado o cultivos en caso de que seas granjero.

Quizá puedes construir un castillo, pero una vez terminado, te darás cuenta de que lo mejor era construirlo encima de la montaña, quizá desees mover montañas ¿Pero realmente es necesario? Obviamente no, es como el deseo de volar, claro que todos desean volar, elevarse hasta las nubes, elevarse tanto que los rayos del sol te den en la cara y sientas el poder de la vida, como la imaginación te pega en rostro, pero si estuviéramos hechos para volar seriamos pájaros, dirán pero existen maquinas que te hacen volar o tal vez me acusen de ser un desilusionador, pero hay que pensar un poco las cosas para poder desear algo, puedes escupir tan alto como quieras, a un lado o al otro, hacia abajo o hacia cualquier lado que deseas, pero tarde o temprano este puñado de genes, bacterias y líquidos te caerán en la cara, no por eso dejaras de soñar claro, pero ajustaras tus sueños a cosas que de verdad puedas lograr y pero eso es mediocre, olvida todo lo que te digan e incluso mis palabras, soy solo un viejo que esta muriendo y escribe la historia de algo que paso hace mas de mil años que sabe mucho de la vida, pero no de sueños, que no te desanimen las desilusiones que no tumben los planes rotos y sobre todo no te preocupes por soñar alto, y escupir al cielo, si no tuviéramos soñadores quien se encargaría de crear cosas que necesitamos pero no deseamos.

Soy tan viejo que podría ser el muchos tátara abuelo de todos los que leen esto, no quiero contarles la historia por donde comenzó todo, por que no la entenderían, necesitamos ir mas haya, a donde la oscuridad reinaba  y la esperanza estaba muerta, muchos de ustedes ya no sabrán de lo que hablo, muchos dirán que estoy loco, pero persona que lee esto, los hechos que leerás a continuación pasaron, y si estas en tu silla, en medio de tu jardín con este libros en las manos aprenderás cosas que solo cuando un joven cumple la mayoría de edad descubre y se te da la oportunidad de borrarlo de tu mente o retenerlo, y yo querido no ocupe eso por que soy el único recuerdo que queda de esa época.

El viento arreciaba, las nubes no se veían, pero se podía oler el olor de la lluvia a tierra mojada, aire frio y el chocolate hirviendo en una olla de barro, los ancianos de aquella época, solían preparar chocolate o café, pero los mas jóvenes solían beber café o cerveza, ellos también lo hacían, pero ya eran demasiado viejos para recordar como hacerlo o como se prepara aparte de que su lengua ya no podría distinguir el sabor entre agua caliente y café, preferían el sabor del chocolate que era mas dulce que el café y mucho mas cálido para las tormentas.

La olla empezó a sonar secamente y ruidosamente como solo el agua hirviendo saliendo de un pequeño agujero podría hacer, había demasiadas personas reunidas en esa cabaña que normalmente se encontraba sola, pero el calor de esta hacia que la humedad se quedara fuera y dentro se sintiera cálido y dulce (Gracias al chocolate).

Muy pocas veces puedes escuchar un susurro, hacia hace tanto tiempo que no se escuchaba del nacimiento de alguien con dones, pero en ese momento los ancianos que se hacían llamar la orden del caldero(O también podrían llamarse la orden de los huesos flojos y piel flácida), era respetada dentro de los mayores, para los ms jóvenes solo eran un puñado de viejos que en su juventud habían hecho cosas asombrosas.

–Marien ¿Cómo dijiste que se llama el chico?–el mayor de todo ellos, hablo su voz sono lenta y un poco tartamuda, ya no escuchaba bien, pero seguía observando todo con claridad, su piel tenia manchas y arrugas, se estiraba y colgaba como una bolsa, pero solo seria por un tiempo mas, necesitaban a un miembro joven en la orden, para pasar todo su conocimiento y el poder que todos ellos tenían y acaba de ser nombrado por su buena amiga Marien.

–Se llama Dreck, es de la parte externa de Pendei a diez minutos de las tierras sin nombre, su madre murió en el parto y su padre se suicido para no hacerse cargo del pequeño, y ahora se encuentra dentro del hogar para sin casa–Marien sabia todo lo que pasaba en Modeum, su don se lo permitía y la runa que cargaba consigo también lo hacia.

Todos temblaron ante la mención de las tierras sin nombres y muchos de ellos recordaron sus aventuras, todo había empezado cuando tenían quince años, sus padres los habían exiliado por leer cosas prohibidas y los ocho jóvenes alcanzaron la madurez tan rápido como lo harían las orugas antes de ser mariposas, sus débiles crisálidas, se rompieron mucho antes, pero había logrado salir completos y sin tantos traumas y la edad de treinta años se les consideraba como héroes, cosa que los molestaba, ellos no eran merecedores de su aprobación, habían sido exiliados de su ciudad natal pero sin embargo fueron acogidos como perros por otras personas.

El destino podría actuar de formas extrañas pero todo pasa por razones que nadie son capaces de observar, si todos ellos no hubieran sido hijos de padres alquimistas, nunca hubieran tenido acceso al libro que causaría su exilio, a las decisiones que sus padres tomarían como malas, pero era lo que necesitaban otras ciudades, pero sin embargo no eran lo que ocupaban.

El primer grito de guerra para los jóvenes solo había llegado tres meses después de haber sido expulsados de las tierras sin nombres, solo había dos ciudades en ellas y todas estaban malditas y llenas de alquimistas.

La razón para pelear de chicos era simple, sobrevivir y arrepentirse de lo que habían echo pero ellos, no lo harían, ninguno se conocía, o al menos no todavía, todos estaban atados por hilos, pero no podían verlos, estaban llenos de dones, de inteligencia y vida, se notaba en sus ojos que vivirían hasta viejos, pero que estuviera llena de buenos momentos siempre era soñar demasiado.

–Quiero verlo padre, permítanos traerlo y conocerlo, puede ser la ultima oportunidad de enseñar a alguien y no morir sin dejar un legado–dijo otro de los ancianos, era mas joven que los otros y se le veía en las arrugas de su rostro, fue el ultimo exiliado y el mas joven también pero eso no lo detuvo para hacer cosas grandes, cosas que había escupido al cielo y este no las había hecho caer.

Al que llamaban padre, era el mas viejo, sabio, inteligente y torpe anciano que verían jamás en su vida, no era torpe por que fuera estúpido, era torpe por que estaba muriendo, un tumor en el cerebro consumía sus neuronas rápidamente, desde hace ya varios meses atrás después del festival de la cosecha justo a tiempo para la luna de sangre y antes de la luna desadora.

Este solo pudo asentir con la cabeza y colocar su mano arrugada, como si la hubiera metido en agua durante varios días, era cálida y confortable a pesar de todo, y el anciano disfruto de la caricia y su bendición –Gracias padre, no le fallare–había dicho para desvanecerse en una lluvia de humo que dejo atrás decenas de hojas y tierra, la runa de la naturaleza estaba siempre en su mano, era buena transportando y era mucho mejor en la protección y creación, pero consumía tu cuerpo lentamente, era un riesgo ser tan viejos y usarla demasiado, la muerte corría mientras la usabas.

Amigo que esta leyendo quizá no entiendas por que te cuento esto, pero es necesario la historia que te estoy contando no es solo principio, desarrollo y final, tiene mas partes y esta es lo que inicia con la verdadera historia.

Solo el anciano que por nombre llevaba Craine o padre pudo notar como Marien escapaba con el anciano mas joven Gio en su búsqueda por el joven, se encontraba a las afuera de Modeum en el pueblo de Cardens, ahí es donde todo comenzó, termino y volvió a comenzar por que forma parte del destino, todo gira, todo rueda todo se arrastra como un animal sin piernas en el lodo para volver al lugar de donde provino y todo terminara en el mismo.

Gio llego al pueblo rodeado de hojas verdes que se iban secando conforme el caminaba,  muy pocas personas lo vieron, la lluvia hacia horas que había pasado por ahí, la tierra estaba húmeda y en algunos lugares charcos de agua se postraban como espejos gigantes llenos de oscuridad, llenos de agua que no ocultaba nada mas que la profundidad de un pensamiento y en algunos de esos el pie del joven anciano se adentro descubriendo que le llegaba hasta la rodilla, dio un sobre salto y saco su mojada y enlodada pierna húmeda hasta las piernas.

El pueblo de Cardens es algo mágico a la vista de los demás, esta rodeado de vacío naranja y negro por el sol, la tierra es árida y apelmazada de color naranja intenso, el pueblo estaba hecho completamente de piedra negra y cubierto por tejados de paja, todos y cada uno de los edificios que no superaban los dos pisos de altura y los diez metros de alto, tampoco los veinte de ancho, parecían chozas lo único que sobresalía eran dos cosas, el campanario tan alto como una torre, la cabeza  de Gio quedo en un ángulo de noventa grados para poder observarlo en su esplendor con las nubes grises en lo mas alto y la campana plateada sobresaliendo del techo, como un gigantesco sombrero con una lengua larga que se ensancha en el extremo y sonaba hora todos los días.

Paso lentamente por el pueblo como un forastero que es lo que era, un forastero que va a matar a un niño, el tenia el don de ver y el don de escuchar pero a diferencia de los demás el acertaba, sabia que el niño seria un problema grave, les traería buenos momentos pero también malos, les salvaría la vida tres veces para luego quitárselas y destruir las barreras que protegen Modeum de un pestañeo, y traer lo oscuro desde lo mas profundo de su ser, no importaba que murieran antes e incluso morir de viejos, pero tenia que salvar a la humanidad de aquello.

En la punta mas alejada del pueblo, el único edificio que no estaba hecho de piedra negra y techo de madera, se alzaba como un castillo en medio de la nada, olvidado destrozado y estaba ardiendo, consumiéndose en un fuego verde que se volvía negro y luego gris hasta el cielo, hasta que tu vista perdía el humo en la nada, en las nubes y en la oscuridad y el causante estaba de pie frente a su obra, como un chico que olvida que la única regla después de destruir algo es huir sin mirar atrás.

Pero ese chico no le temía a nada, Gio lo vio en su forma de pararse, con una mano en la cintura y otra cerrada justo a la mitad de su muslo, con la cabeza recta sin preocuparse por la gente que corre dentro, aullando de miedo, despavorida con los mocos y las lagrimas corriendo por la cara como agua pantanosa, jalándose los pelos que empezaban a quemarse y revolcándose en la tierra naranja para apagarse, muy poca gente logro salir y entonces la lluvia volvió a aparecer, no necesito voltearse para ver a Marien con las manos extendidas al cielo, su runa del agua en una mano y haciendo llover para apagar el orfanato, el chico volteo al cielo y luego volteo a verlos a los ancianos, les sonrió como un tiburón lo hace.

Los ancianos lo vieron en su rostro la cara de la maldad, la cara del hijo de la oscuridad sus ojos brillaban de un color violeta intenso llenos de vida a pesar de su delgado y pequeño cuerpo, ambos se debatían si matarlo o llevarlo con Padre, ambos debían decidir si consumir el mundo en oscuridad o librarlo antes de que la creara antes de que matara a Modeum poco a poco, antes de que destruyera la esperanza y solo dejara el miedo y antes de que Marien lo dejara vivir.

–Marien–susurro su nombre como una advertencia, que ella no escucho su vista se quedo quieta en el chico y los ojos de los dos brillaron como faros como estrellas atrapadas en los ojos violetas y en los ojos azules, algo dentro de él también pareció brillar y contraerse como si una víbora los hubiera mordido y se hubiera enroscado en su cuerpo, como la verdadera maldad en persona corroyendo su cuerpo y el chico avanzo lentamente por que sabe que hay que esperar, por que realmente espera y sabe de lo que es capaz muy pocas personas conocen su origen y muy pocas personas serian capaces de decirlo con seguridad, Modeum empezaría a estar bien, si bien es estar ciego entonces Modeum estaría perfecto.

Todo pareció oscurecerse a su alrededor, ya no escuchaban a la gente gritar por ayuda, ya no veían como la paja de los edificios se prendía fuego, sus ojos eran la ventana de la destrucción y su sonrisa como la de las ovejas tiernas y apacibles demostraban el verdadero cinismo era la maldad en persona y Kaab* en persona

El interior del mundo crujió, ambos tenían las runas pegadas a sus cuerpos arrugados y decaídos por la edad, con los pensamientos como armas y la realidad como balas, pero sus pensamientos solo eran una cosa, una cosas tan pequeña como un perro y tan violeta como el ocaso, se extendía hasta el horizonte y se perdía en él, escucharon rugir a Kaab como lo describían en las historias, como realmente era, sin forma, como una sombra que tomaba demasiados nombres, como una bola de humo en medio del sol, como el miedo de un chiquillo atrapado en una botella.

Los ancianos sintieron el ligero toque de la suave piel, tan tersa como el lino y tan suave como el algodón, la maldad en un frasco bonito, la maldad con olor a inocencia y chocolate, la serpiente vestida de oveja, a Gio se le ocurrió varias formas de describir al niño pero su verdadero apodo vendría mas tarde con su primera acción como miembro oficial de la orden del caldero, por que los había cegado a Gio y a Marien, no sabían nada del chico, habían olvidado el rostro de su padre y ahora llevaban la maldad colgada en un hombro y la serpiente arrastrándose por su cuerpo, tragándolos poco a poco envenenándolos por momentos.

Ese día no hubo enfrentamiento, pero perdieron la verdadera oportunidad de derrotarlo, muy pocas veces puedes detener al demonio antes de soltar la plaga y ellos habían olvidado las visiones, habían olvidado lo que paso en Carden y sobre todo olvidaron lo que pasaría en el futuro y como detenerlo.

El chico se presento frente a padre y se arrodillo, colocando su rodilla derecha sobre el piso de cemento en la cabaña llena de calor y olor a chocolate, el chico empezó a contarte a padre sobre sus poderes y todos los demás ancianos se quedaron callados escuchando, un chico rodeado de ocho ancianos que olían a chocolate, aceite, experiencia y carne pudriéndose poco a poco, el chico se sentía como en casa, como si estuviera con las serpientes, como si realmente perteneciera a ese lugar, pero el chico sabia lo que pasaría por que el tenia todos los dones y todos los cuando de lo que pasaría por no tenia los donde.

Si hubiéramos sabido que el chico nos traicionaría a la primera oportunidad que tuviera lo hubiéramos echado de la orden mas rápido de lo que podías decir su nombre, mas rápido que decir el nombre de cualquiera, pero su sonrisa era hipnótica y sus ojos vivos e inteligentes, planeando a cada segundo de su día, creando hipótesis en su cabeza y creando la formula para la destrucción y nosotros le enseñamos las bases para crearlo, me arrepiento de haberlo hecho, pero en aquel entonces moría y morí pero el alma no muere y nunca lo hace, puedes enterrarlas en la profundidad de una cueva pero esta encontrara la forma de regresar mas viva e inteligente que nunca.

Los años pasaron, la vida de los ancianos se acortaba cada día mas, por lo cual las aventuras se volvían mas escasas, las personas los dejaban de seguir la orden del caldero se queda sin apoyo del pueblo conforme envejecían, y los problemas empeoraban cada día mas, como su vejes el pueblo también envejecía y los problemas de corazón era mas frecuente tanto en las personas como en los sucesos, las mulas en las que viajaban morían cada vez mas rápido, los caballos huían a las tierras vacías, las cabras viajaban de las montañas para chocar contras las paredes de los edificios como maquinas alocadas y quedar con los cuernos atascados en las paredes como flecas, donde eran retiras con el cerebros hecho papilla roja y espesa y completamente muertas, la velocidad junto con la dureza de las paredes y su tonto cerebro de animal hacían que estas se estrellaran pero ¿qué las hacia bajar de la montaña? Las cosas empeoraban conforme los días pasaban y conforme el menor crecia hasta que llego a la edad de veinte años.

A los veinte años el joven era mucho mas sabio, mucho mas poderoso, mucho mas en todo lo que los ancianos habían sido participes, y como las profecías se cumplían salvo a los ancianos tres veces, la primera del ataque de cientos de Drowns, arañas humanoides que eran tan feas como las cucarachas y tan grandes como el primer piso de una casa, los ancianos no pudieron con ellas y el menor las destruyo en un chasquido de dedos, estallaron como palomitas, pintando de rojo gran parte de Florence, todo se lleno de sangre, tripas y piel regada y pegada como mocos a la pared, varias personas y uno que otro anciano vomito, pero ninguno castigo al chico por que los había salvado.

Padre podía notar como en el chico se encendía una gigantesca vela en la mente, como el poder subía a su cabeza, y se postraba en el trono de la locura y las ansias de volverlo a sentir.

La segunda vez fue de enfermedades, les había dado Fretren Guilda que atacaba el corazón haciéndolo crecer como una cabeza y terminar estallando en su pecho como una bomba, creo un remedio y se los dio y de nuevo la chispa brillo con intensidad en los ojos del menor, esta vez tan grande como la cabeza de un bebe y tan brillante como el sol.

La ultima vez fue la mas horrible de todas, nadie conocía la verdadera naturaleza del joven y todos volvieron a ver a Kaab en su mayor apogeo, en el centro de todo su poder, como si fuera la sombra del terror y básicamente es lo que era, el miedo en persona, la perdición de todos y el final de algo que había desaparecido hace demasiado tiempo.

Estaban viajando a lo mas profundo de las tierras vacías, hacia dentro del mundo, hacia lo olvidado el joven iba en su caballo, un castrado pura sangre color negro, iba contando los segundo o quizá eran las estrellas, tan rápido que parecía estar recitando pociones y su vista estaba perdida en la nada, en un punto fijo en el horizonte o quizá mucho mas haya.

Los ancianos regresaban de su misión y Padre se había desplomado de su caballo como si de una estatua se tratara y los otros también lo hicieron se desplomaron en la tierra naranja, árida y fría por la noche, su vida pendía de un hilo, la Fretren le puede dar a todos por pasar demasiado tiempo en ellas, como si estas estuvieran contaminadas, tan sucia que el aire o quizá la arena enferme tu corazón haciéndolo crecer y crecer y terminara por rasgar los tejido aledaños a el, cortando venas y músculos, abriendo el pecho y los huesos y por ultimo estallar como una palomita o un fuego artificial llenando todo el interior y parte del exterior de sangre.

El menor los vio caerse, su cara parecía feliz de verlos caerse por la enfermedad, podía ver como su pecho subía y bajaba rápidamente y estos agarraban sus viejos corazones tan lleno de colesterol dentro de piel blanquecina y caída y no tan suave.

El chico hizo un puchero mientras los veía y veía como los caballos se iban por su cuenta seguían caminando, nadie sabia que pensaba el chico pero se veía en sus ojos que los dejaría morir, no por que quisiera si no por que debía, ya estaba viejos, ya no eran rápidos, habían dejado de ser los mejores, le habían enseñado todo lo que ocupa y afilaron sus dones, el poseía los ocho dones y uno mas peligroso que todos los demás uno que daña la cordura que mata a su antojo y con solo desearlo, lo pudo haber utilizado y librarlos de aquello, todos sabían que no había cura para la enfermedad que poseían, todos menos el chico que por ser joven era un soñador quizá no de la manera que lo seria un chico si no mas bien un asesino pero al final de todo un soñador, eso no cambiaba como tampoco cambiaba que los ancianos morirían tarde o temprano.

Los dejo en la tierra árida y el siguió caminando, se alejo y no volteo atrás, los ancianos se sintieron traicionados, dolidos, lo único a lo que podían llamar hijo y alumno se aleja sin darse la vuelta para verlos, los lleno de desesperanza, no podían detenerlo, dolía hablar, dolía moverse, dolía respirar y también sentía el corazón desgarrarse poco a poco.

El chico hizo la poción hizo poca, no por que no pudiera hacer mas si no por que tenia que morir un anciano en esa parte y el los haría decidir, les daría la cuerda y ellos elegirían a quien colgar, no le importaba quien fuera, así fuera padre o fuera Marien, tenia que morir y sabia quien se ofrecería voluntariamente, no llego le tomo un día preparar la poción y cuatro días llegar, le hubiera tomado dos pero quería que su plan funcionara y muriera un anciano y si les diera mas tiempo, ellos podrían crear la poción y nada pasaría como tendría que pasar, también tomo a su creación y la dejo escapar en un pequeño pueblo que toda la parte este estaba quemada y en ruinas, y esta se extendió por el cielo como humo de una fogata ennegrecido que mancha el cielo de hollín y toda el cielo se tiño de negro, un negro denso y pesado que no dejaba pasar la luz pero no termina con la visibilidad del lugar, el chico sonrío sabia que eso se extendería hasta Modeum y el tendría al mundo en la palma de su mano, realmente podría decir que era su mundo y donde realmente pertenecía.

Meses antes había hablado con las criaturas de la oscuridad, todas ellas lo vieron como si estuviera loco y realmente lo estaba loco de poder, loco por tenerlo todo, loco de odio y loco de venganza ¿Venganza por que? Ni el lo sabia había lagunas en su memoria pero debía hacerlo, debía matarlos a todos y cada uno de los humanos alquimistas, pudo ver la creación de la resistencia, como culpaban a la orden todo ellos tan estúpidos, tan ineptos, solo eran insectos, mierda para el joven, no evito soltar una carcajada todo estaba saliendo como debía, lo expulsarían  a las tierras vacías, pero volvería una ultima vez y no se iría hasta que llegaran de nuevo, los tenia que dejar volver para detenerlos pero no sabría cuando pasaría, era el único cuando que nunca pudo comprender, ni el donde solo sabría que volverían mucho mas jóvenes y mucho mas fuertes, así que creo una prisión en medio de la nada de donde no pudieran salir y a donde sus almas irían a morir y revivir miles o tal vez millones de veces.

Craine comprendía que pasaba algo malo, desde que vio como la noche parecía extenderse parecía estirarse como una camisa usada y gastada lo haría, como la piel, se estiraba y todo lo que cubría se volvía negro todo lo que alcanzaba con su maldad se llenaba de oscuridad, escucho rugir a las bestias de bajo tierra, sintió como toda la maldad se arremolinaba, todo demasiado cercas demasiado para su gusto y lo vio al chico, iba caminando, con su caballo a un lado, su paso no era acelerado, tampoco preocupado se veía como alguien que acaba de recibir un gran golpe de suerte y quizá es lo que recibió un golpe de suerte.

–Amigos, les e traído la cura, fue difícil pero lo tengo solo hay un inconveniente–Muy grande pensaron los ancianos, tan grande que uno de ellos moriría, su voz estaba teñida de cinismo y diversión, tenia 20 años y los demás mas de cien, eran sabios conocían la voz de Kaab cuando la veían y esa era la voz , la mirada y la inteligencia que Kaab posee, por primera vez en diecisiete años Gio recordó las visiones, y se lamento no haberlo detenido antes, ahora sabia lo que se avecinaba.

–¿Qué clase de inconveniente Dreck?–dijo padre con su voz cansada, agitada y apagada, no le gustaba los inconvenientes como a nadie.

–No hay suficiente, en el camino de regreso fui atacado por las bestias, que también soltaron a la oscuridad, se expande y no se detiene, parece estar pegada al cielo e írselo comiendo poco a poco al paso que va tardara entre dos o tres años en llegar a Modeum–dijo se desvió un poco del tema de la poción para no darle muchas vueltas y mucho importancia, los ancianos creían que con poca era suficiente para los ocho–Solo hay para siete de ustedes–por primera vez vieron la naturaleza del joven, malvada, cínica y traidora, Gio lo sabia, pero se dejo cegar sabia que eso pasaría y que todos pelearían por ofrecerse, pero al final Craine Padre terminaría muriendo.

Todos pelearon, para ofrecerse, necesitaban vivir, necesitaban el antídoto, necesitaban matar al muchacho, pero era demasiado tarde y la oscuridad se acercaba como un tumor gigantesco que se expande a cada momento, a cada segundo, y no parara de extenderse hasta cubrir el mundo y tierras vacías o incluso mucho mas haya hasta tierras olvidadas o tierras negras y Modeum que es lugar mas cerca y el centro del mundo que se hace llamar la tierra media.

Al final padre termino acallando la peleas de ancianos, se dijo que el lo haría, los dejaría vivir a todos ellos, que estaban listos para escoger a un nuevo líder y cualquiera de sus discípulos seria capaz de hacerlo y mejorar sus trabajo, ninguno de ellos lo creía cierto, el había creado pociones, había matado con solo mirar y había destruido colonias y aldeas completas su poder era inmenso y la única persona que lo había alcanzado era Dreck su ahora enemigo.

Las cosas que marcaron el inicio del final o el final de una era para empezar con otra fue ese punto la decisión de un muerte, se necesita que algo viejo muera para que algo nuevo nazca pero ¿Qué tan viejo? Uno diría que Craine era lo suficientemente viejo para iniciar algo grande algo realmente nuevo, pero la vejez de Craine era poca comparada con la vejez de Dreck, no por la edad física o la edad mental si no la edad del alma, Padre lo había notado desde que lo vio por primera vez, su cara mostraba rasgos adultos pero nobles y su alma era tan negra como una noche sin estrellas, pero ese atardecer no murió Dreck ni tampoco Craine fue Reginald el segundo anciano, fingió haber bebido del vaso pero realmente no lo hizo, ni una sola gota, su sacrificio fue en vano por que tarde o temprano todos esas bolsas arrugadas llenas de conocimiento morirían, un ataque al corazón, una herida mortal en el corazón o una caída desde el cielo a lo mas profundo de la tierra, todo por detener a la oscuridad.

–Bueno Craine, me parece que uno de tus discípulos te quiere vivo, yo te hubiera dejado morir, eres anciano, eres lento, te e salvado el culo mas veces de las que se contar y te odio, por que eres estúpido y te dejaste caer en mi trampa, sin duda no eres mas que una simple bolsa de estiércol tan dura como una piedra y tan vieja como solo tu sabes serlo–dijo cínico y le propino una patada en el pecho, haciendo que el corazón del anciano brincara tan alto que todos pudieron verlo sobresalir de su pecho como una cabeza de bebe que quiere respirar aire fresco desde dentro de la piel arrugada y llena de vellos blancos canosos y delgados como el pelo que cubre la cabeza de un recién nacido.

–Ahora bebe maldito anciano–le acerco la botella con la pócima a la boca y mientras Craine recuperaba el aliento se atraganto con la bebida sabia a baba de caballo y a ancas de ranas crudas, le dieron arcadas y casi lo vomito de no ser por que Dreck le tapo la poca e hizo que se mordiera la lengua y se arrancara la punta de esta dejando un sabor metálico y un ardor indescriptible en la boca del anciano.

Horas mas tarde partieron todos en pie, observaron la masa tumorosa que crecía en el cielo, sin ganas de detenerse, infinita y negra como la noche, dejaron a Reginald tirado como un perro moribundo en la tierra naranja,  no sabían si sobreviviría o moriría pero lo mas seguro es que pasara esto ultimo, no dijo ultimas palabras por que ninguno de ellos necesitaba que las dijera, Dreck iba a la cabeza como el líder ahora, su juventud ya había pasado, ya no era un niño o un adolescente era un hombre que se había descarrilado pero un hombre al final de todo un mal hombre.

Dreck los despojo de sus runas, las tomo en su mano veinte normales, cinco especiales y dos únicas, les escupió y estas se empezaron a elevar como si un viento lento, frio y vivo las hiciera elevarse hasta el cielo hasta la atmosfera hasta donde el cielo dejaba de ser azul para volverse negro y salieron disparadas hacia todas direcciones en cristales de colores (Todos los colores) volaron y volaron y nunca nadie más supo de ellas.

Dreck se desterró así mismo los abandono en la nada y los dejo a su ritmo, nadie pudo evitarlo y nadie quería hacerlo pero era necesario, nadie supo de él nadie entendería por que lo hizo pero La Orden lo hacia y el se los dijo horas mas tarde ¨Yo solté la tumorosa oscuridad que los condenara a todos pero también soy el único capaz de detenerla, pero se los dejara a ustedes por que siempre han sido los salvadores de Modeum, un par de ancianos que lo pueden todo¨ y desapareció en una nube de polvo negro que no salía de una runa si no de su alma.


Por los años siguientes los ancianos se dedicaron a destruir la oscuridad pero no pudieron, era impenetrable, era imposible detenerla y en ese momento agradecían que avanzara lenta y temblorosamente por el cielo azul pero sabían que llegaría un momento en el que la niebla avanzara furiosa y se alzara sobre el mundo llenándolo de oscuridad, secando cultivos, matando esperanza y acabando con la cordura de la gente llevándola a luchar por una simple llama.

¨La oscuridad se aproxima
desde las lejanías olvidadas
por ustedes, soy el ultimo, el olvidado
soy el sobreviviente, soy el noveno
y es el final de mi destierro¨

Los ancianos recibieron esa nota luego de que Gio muriera de un ataque al corazón aunque en esa época los llamaban ¨EL MAL DE LA EDAD¨ era inevitable una vez que taba por que llegaba cuando menos te lo imaginabas y Gio no sabia que lo tendría, podía ver el futuro y el pasado de las demás personas pero no el suyo y nunca se preocupo por eso por que había otras personas que también lo tenían y le dirían cuando fuera a morir pero ninguno de los otros supo realmente que moriría de esa enfermedad y lo que se aproximaba después.

Craine sabia lo que significa esa nota y llevo a todos sus discípulos (hijos que quedaban) a donde todo comenzó al pueblo de Cardens y por primera vez en demasiado tiempo sintió que todo estaba a punto de terminar para cualquiera de los dos hombres, no solo era un final para uno de ellos si no para una era entera y nadie sabia realmente que les esperaba a aquellos ocho ancianos a los que les tronaban los huesos, les crujían las articulación tenían los ojos salidos de sus cuencas y su pelo era escaso y blanco que daban miedo y ya no esa seguridad con la que lo hacían tiempo atrás.

Se detuvieron en la entrada del pueblo, todo el camino había sido silencioso y lleno de ansiedad seca ansiedad que hacia a los ancianos fueran callados, el pueblo estaba mas silencioso y negro que el resto del mundo, ya no había ningún edificio en aquel paramo desértico anaranjado, tampoco había personas todo era oscuridad densa y negra como las rayas pardas de un tigre, justo donde antes terminaba el pueblo había una torre tan alta que rascaba el cielo hecha de piedra caliza roja, negra y azul rodeada de un agujero que solo emitía el sonido del agua rugiente debajo de esta como el susurro de un animal hambriento, no había puentes y cuidando la puerta había Drowns y Ogros de las cuevas, volando por el exterior había Frupens que eran arañas voladoras con cara de perro y alas de águila calva totalmente destrozadas que estaban llenas de agujeros que dejaban pasar la luz morada que emitía el cielo a causa del poco sol que entraba y en la parte superior donde la piedra caliza dejaba de estar combinada para volverse totalmente azul de la que salía un humo negro denso con puntos morados se encontraba Dreck parado observándolos desde la eternidad del cielo a lo mas profundo de su abismo de su propia creación y por un momento los ancianos creyeron estar en medio de todo, del mundo, del universo y de la realidad cansada y sin esperanza que la torre significaba y que era el poste que sostenía toda la maldad del mundo.

EL joven de ya veintisiete años bajo flotando lentamente con un aura morada brillante rodeándolo era mas brillante que una vela pero mucho menos brillante que la luna y el morado que lo cubría parecía emanar de ninguna parte para rodearlo como si lo emitiera desde su pecho, en ese momento los ancianos e incluso Craine que era la persona mas sabia y poderosa de Modeum con todos sus dones totalmente entrenados se sintió pequeño ante la inmensidad del agujero, ante la inmensidad de aquellos ojos violetas y ante su antiguo aprendiz que ahora era imperturbable y totalmente indestructible sin sus runas y con su cuerpo casi volviéndose polvo por que al final todos somos polvo.

–Padre, el tiempo te a tratado bien por lo que puedo observar–su voz nunca dejaba de ser cínica y ya no era escuálido y sin músculos ahora era imponente lleno de músculos, cicatrices y le faltaba un ojo que fue remplazado por una luz morada rodeada de polvo negro, por un momento Marien le pareció que veía el infinito en aquella cuenca vacía pero si aquello era el infinito ella prefería morir por que era desagradable y estaba lleno de miedo, terror, odio y una sed insaciable de venganza.

–Creo que tiempo me a abofeteado mas veces de las que puedo contar y de las que tu podrías hacerlo, pero eso no quita el hecho de que se que estoy mas viejo que la misma realidad–Craine intento responder con naturalidad a su sarcasmo pero le pareció vacío y tonto Dreck se mofo de eso.

–No daré más rodeos por que ustedes ya son demasiado viejos para perder el tiempo con alguien joven pero se los pondré fácil se avientan al poso y mueren o los asesino uno por uno ustedes deciden–dijo como si estuviera hablando con niños, unos niños demasiado grandes, todos los miraron estupefactos eran seis contra uno no podría contra todos o ¿Si?.

–No puedes contra todos nosotros, tenemos dones y un poco de fuerza todavía somos seis y tu solo eres uno–dijo Marien y por un momento pensó que le podía leer el pensamiento y realmente era así Dreck era psíquico y podía captar los pensamientos de las demás personas en casi todo el mundo o todo lo que su oscuridad cubriera, el la hacia avanzar por el cielo, extenderse y estirarse como la piel después de adelgazar que cuelga de la barriga hasta las rodillas y luego toca el suelo.

Dreck se rio, fue una carcajada completa que duro poco mas de un minuto y una que otra lagrima habian caído por su cara mientras lo hacia, se las limpio con el dedo índice y le dirigio la palabra a la anciana que le habia salvado la vida cuando era un niño y ahora la creía una estúpida por haberlo hecho y no haberlo matado cuando pudo, cuando no era tan poderoso– No se que piensas que puede hacerme un grupo de ancianos, me golpearan con sus delgados nudillos hasta convertirlos en polvo o quizá quieran lanzarme polvo en la cara para luego huir, si ustedes fueran los ocho que me entrenaron y tuvieran las runas en su poder, podría tenerles un poco de respeto pero en este momento no puedo sentir otra cosa que no sea asco por que son unos ancianos tan feo que el mismo tiempo dejo de reclamarlos hace demasiado tiempo, pero su tiempo se acaba y mi tiempo esta empezando a sonar ¿Pueden escucharlo? Las trompetas que destruyen el cielo que se extienden por el tiempo y por la realidad como una canción–dijo y los ancianos creían que estaba loco hasta que Dreck levanto las manos abriendo su campo telepático para los otros y todos lo escucharon como un estallido y luego rasguños y luego otro estallido y que dejaba eco en la nada y se extendía a todo.

–Estas loco, te estas volviendo loco–dijo Elimeo otro de los ancianos y Dreck chasqueo la lengua y meneo la cabeza en forma de negación totalmente decepcionado de sus antiguos maestros.

–Son tan viejos que no pueden decidir por ustedes, e dejado de ser su discípulo o su perro para que me traten de esa manera, soy un dios en este momento y ahora decidan rápido por que lo menos tiene esta deidad es paciencia–La tierra se cuartio y las grietas se extendieron por la tierra como venas en el cuerpo humano una tras de otra que se enlazaban y hacían crujir el suelo, los ancianos se tambalearon pero no dejaron de estar de pie y ponerse en posición de ataque y algunos de defensa y Dreck supo que pelearían hasta la muerte y sintió pena por ellos por que la piedad era algo que no tenia junto con la paciencia y sus poderes iban mas haya de la mente humana.

–Me decepcionan vejetes flácidos y asquerosos, ahora mueran– sus manos se movieron hacia enfrente como si estuviera aventando el aire y moviendo la realidad y el aura morada que emana del menor se expandió como un arma que los recorría poco a poco hasta el limite del precipicio que rodeaba la torre como una fortaleza, padre no hablaba por que estaba deteniendo el avance de la onda morada que los arrastraba con su propia onda de color rojo intenso y por que aquella vez que Dreck los había salvado de morir en el desierto había perdido parte de la capacidad del habla junto con una parte de la lengua, no podía decirle que se fuera a la mierda como el quería a pesar de que momentos antes le hubiera hablado y hubiera sentido como su lengua se entumía, le dedico unos cuantos pensamientos despectivos y Dreck solo se rio volviendo a lanzar con furia su aura y Craine también lo hizo el choque de las dos creo chispas y un color azul verdoso donde se unían, creció una bola del tamaño de la cabeza de un Dragón que se elevo y fue tragada por la oscuridad.

–No puedes hacerlo, piensa en el pasado, cuando te criamos, te enseñamos todo lo que sabes, te enseñamos lo que debías saber y mucho mas y te enseñamos el cariño que tu nunca habrías tenido–le grito Marien ella creía que era su madre, pero solo era una perra tonta y anciana que había creído lo que quería y había condenado a sus amigos, Dreck concentro su fuerza en ella y se acerco hasta quedar frente a frente y sintió su aliento pútrido en la nariz.

–No hay pasado, no hay futuro solo esta el ahora y en este momento tu no eres mas que una anciana que esta al borde de la muerte, los odio a todos y los castigare por confiar en la persona que no debieron–sus palabras hicieron mella en la anciana y Dreck la mando a volar por el precipicio, por el cual voló como muñeco de trapo con las manos alzadas sobre su cuerpo tratando de aferrarse a la nada y manoteando el aire en busca de algo a que sostenerse y cayo en el fondo siendo atravesada por los picos que rodeaban el lago del fondo y luego fue devorada por las criaturas que Vivian en las profundidades.

–Ya me enfade de ustedes también, no quiero volver a verlos jamás–lanzo a los otros ancianos al vacío y no tuvieron una mejor suerte que Marien quedando solo Craine en la parte superior que tenia la cara llena de lagrimas por sus compañero y por no evitar aquello, vio a sus compañeros manotear el aire desesperados, lo vieron a los ojos para que lo ayudara pero no podía hacerlo, vio que la esperanza se rompía en tantos pedazos que debió de haber dolido mas que el impacto contra los pico en los que cayeron muriendo momentos después y Craine vio morir a sus hijos sin poder hacer nada, como podía un padre soportar aquello y no llorar, Dreck sintió asco por el.

–La oscuridad de tu alma no alcanzara para destruir la luz que nos rodea a todos, que nos salva y nos protege, Modeum resistirá ante tu maldad y tu no podrás evitarlo, volveremos mucho mas jóvenes, mucho mas fuertes y tu oscuridad no será capaz de detenerlo, por que somos la esperanza y la fe, somos la orden del caldero y siempre protegeremos a Modeum aunque muramos en el intento–dijo Craine con los ojos rojos y sus parpados caídos a causa de la edad, Dreck lo miro expectante y luego se volvió a burlar.


–Tus palabras me han hecho temblar de risa, deberías acompañar a tus amigos y cuando vuelvas de a donde quieras que vayas quiero que recuerdes algo–se acerco a su oído y le murmuro varias palabras y luego solo tuvo que soplar para que el anciano cayera y este no manoteo el aire como sus compañero se limito a observarlo mientras caia, lo observo mientras era asesinado por las rocas y mientras su boca brotaba la sangre tinta y pútrida, lo miro mientras su cabeza era arrancada de su cuerpo por las bestias y lo miro desde la muerte por que incluso desde ese lugar sabia que se necesitaba un poco mas de oscuridad para terminar con la luz de la esperanza.

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