domingo, 8 de mayo de 2016

Fuego Fatuo Capitulo Uno


Décadas mas tarde a las afuera en las entrañables áreas cerca del océano de Mojer.

Los caballos galopaban furiosos en contra la arena del mar, haciendo que esta se levantara como pequeños cristales que adornaban el suelo y brincaban al pisarlos, se hubieran maravillado por la vista todos los jinetes que iban cabalgando a la aldea de Seriph pero el cielo era negro y no se podía observar demasiado en el horizonte ni en las cercanías, tenían que estar atentos o un ataque sorpresivo podría acabar con los jinetes.

–Daniel no te quedes atrás, eres útil planeando pero te falta mejorar en montar a caballo y en lucha… y no quiero escuchar que eres mejor con las runas por que lo único que utilizamos nosotros son arcos y espadas–dijo Leifar el comandante del grupo dirigiéndose al mas pequeño de su grupo de jinetes que se  encontraba en el ultimo puesto de la formación.

¨No es culpa que solo supiera luchar con la mente quiso gritarle pero se quedo callado y apresuro el paso, conocía a su comandante apenas varias horas atrás cuando su antiguo comandante había sido asesinado frente a sus ojos y lo volvieron a asignar, se sentía cansado, abatido y triste, tenia toda su vida luchando contra la oscuridad pero no veía ninguna victoria y todos a si alrededor morían y no entendía el por que el no lo hacia, siempre que lo veía alguna de las horrorosas criaturas que atacaban Modeum estas pasaban de el y hasta parecía que temblaban con solo verlo pero no entendía el por que, ¨debería estar agradecido¨ era lo que solían decir sus comandantas ¨un día mas en el campo de batalla es un día mas en donde podemos ganar por primera vez a la oscuridad¨ pero horas mas tarde en la batalla morían y el tenia que observar como todos eran mutilados, cortados, atravesados por extremidades y espadas y sobre todo tenia que esperar a que el fuera el siguiente pero nunca sucedía nunca era el siguiente siempre era el ¨agradece que sobreviviste chico¨ pero el ya no quería sobrevivir.

Se adelanto varios jinetes mas adelante uniéndose a su comandante que tenia solo unos años mas que el quizá 25 o 27 pero como era común desde hace 30 años que la luz no se ha visto era muy difícil saberlo y en esos 30 años Modeum cambio demasiado los cuatro reinos se dividieron en dos: los que estaban en contra de la oscuridad y los que estaban a favor ¨Que eran los mismo que querían vivir¨ y muchos fueron asesinados y quemados en la plaza de la ciudad hasta que la mayoría se rindieron y esperaron a que la oscuridad se debilitara pero nunca lo hacia, solo se hacia mas fuerte y mas fuerte ¨ Si yo tuviera el poder, no todo solo una pizca, solo un puñado del poder haría mucho mas daño que siendo un jinete que planifica los ataques en contra de la oscuridad¨ bufo y se concentro en el camino.

Había escuchado increíbles historias sobre como humanos comunes y corrientes descubrían que eran portadores de uno de los dones y hacían frente a la oscuridad logrando que detuviera su paso y no incrementara su poder pero eran tan increíbles que podrían ser falsas, creadas por militares para simplemente dar esperanza a los nuevos pero eso no lo desanimaba y esperaba poder ser de mayor ayuda en la guerra contra la oscuridad pero era demasiado débil, no era tan musculoso como su comandante y mucho menos tan alto, era delgado y no pasaba del metro setenta y cinco de estatura, su cara demostraba su gentileza y aquellos ojos que no sabias si eran verdes o café llamaban mucho la atención pero no tanto como los ojos grises y fríos como el metal de su comandante, dejo de pensar una vez que llegaron a la alde y bajándose torpemente del caballo se puso en marcha, le escocían las manos por la cuerda de la montura pero le dolía mas el los pies de tantas veces que había corrido en busca de la muerte.

La aldea estaba devastada, sus estructuras de yeso, madera y techo de paja ardían en llamas que se convertían en humo y muchas de estas ya estaban totalmente consumidas ¨¿Por qué atacaron una aldea que ya estaba destruida?¨ pensó pero no le encontró lógica, tomaron la formación que estaba planeada cuidándose las espaldas, hombro con hombro y avanzaron rigurosamente mientras inspeccionaban la aldea.

Todo era tan extraño no se oían gritos de ayuda o terror, no se olía la desesperación, se podía escuchar el crujir de las vigas de madera ardiendo, y olía el humo que la paja de los techos emitía, todo era confuso, había algo que escapa de su percepción pero ¿que era?.

–¡Cuidado!–grito Leifar antes de ser atravesado por una lanza negra –Corran chicos–dijo antes de que sus ojos se voltearan y su cuerpo se pusiera flácido, había muerto y los otros lo sabían, se pusieron en formación de ataque y observaban todo a su alrededor e incluso por el rabillo del ojo en busca de movimiento.

Todos se estremecieron cuando uno chillo y su cabeza rodo por el suelo, estaba aun lado de Daniel y sintió como la hoja de la espada rozaba su mejilla y escucho como la carne se separaba del cuello como una lata abriéndose, Daniel se movió rompiendo la formación  y corrió a esconderse detrás de una casa en muy mal estado ¨TRAIDOR¨ le grito su mente mientras escuchaba a sus compañeros chillar, gritar y suplicar por su vida todo en vano, vio al único que quedaba acurrucado en el suelo, era un niño ¿que hacia un niño? No pueden unirse al ejercito hasta cumplir los dieciséis recordó y corrió a ayudarlo ¨Nunca soy el siguiente se que puedo ayudarlo¨ confió y se dijo que si lo salvaba estaría a un paso para convertirse en comandante, cuando llego a su lado lo  levanto y le tapo la boca antes de que este empezara a gritar.

–Tranquilo, no te hare nada, escapemos–dijo y lo agarro de la mano para correr directo a los caballos, pero estos también estaban despezados en la entrada del suelo dejando un charco de sangre pegajosa en la arena , el chico temblaba y se pegaba demasiado a su cuerpo, necesitaba pensar pero no podía hacerlo con el chico tan cerca de el.

–Corre hacia los arboles y escóndete entre las palmeras ¿vale?–dijo y el chico asintió mientras se dirigía a donde había señalado, ¨Fue una emboscada, pero la oscuridad no ocupa hacer una emboscada para atacar a la rebelión, estos es diferente, quieren acabar mas rápido con la rebelión eso estaba claro pero ¿por que? No significamos una molestia para la oscuridad y nunca se ha escuchado que la rebelión gane una batalla, esto es mas grande, pero no se que…¨ sus pensamientos fueron interrumpidos por los gritos del chico que estaba siendo arrastrado por un caballero oscuro
¨Esto es peor de lo que creía, los caballeros oscuros solo son mandados cuando es una orden directa del noveno¨ no podía llamarlo por su nombre no era permitido, todo aquel que dijera o pensara su nombre era asesinado por el mismo Rey de la oscuridad en persona, corrió tras el chico y se sorprendió cuando uno de los caballero oscuros se percato de lo que quería hacer y desenvaino su espada poniéndose en posición de ataque.

El caballero oscuro se acerco peligrosamente a Daniel, quien también desenvaino su espada no tan imponente como la del caballero oscuro pero si impresionante, ya ni recordaba cuantas criaturas mato con ella, pero aun así se dispuso a pelear con el caballero negro, aunque no quería dejar que se llevaran al chico.

El caballero oscuro fue el primero en atacar, Daniel lo esquivo retrocediendo varios pasos y contra ataco rozando la armadura de metal oscuro del caballero haciendo que un liquido negro emanara de ella, el caballero mostro su horrorosa sonrisa llena de dientes amarillos embarnizados de saliva morada que lo hacían ver asqueroso y perturbador y lo hirió en el abdomen, Daniel utilizo ese acercamiento para cortar la cabeza de la horrible criatura que se convirtió en ceniza y siguió su camino para encontrar al chico, pero no lo vio por ningún lado hasta que sintió como era atravesado por una espada desde su espalda y salía por su abdomen, se toco la herida con las yemas de los dedos y miro incrédulo la sangre que estaba en ellos ¨soy el siguiente por fin soy el siguiente¨ no sabia por que eso lo llenaba de felicidad, era extraño sentía su sangre en la garganta y la espada incrustarse mas y mas cuanto tardaría en morir se pregunto, quería ver a su atacante, quería ver quien cumplió su deseo de ser el siguiente.

Prefirió no hacerlo, era el chico el joven indefenso que se acurruco en el suelo era su verdugo, no podía creerlo, o tal vez si, pero hubiera preferido que un caballero oscuro fuera quien lo matara no un humano, no alguien de la misma raza que el –¿Por qué?–dijo con la voz temblorosa y débil.

–El noveno me lo pidió, por alguna razón las criaturas oscuras no pueden matarte pero si dañarte, me pidió que yo te matara en cambio  me daría lo que yo mas quiero, el me lo prometió–dijo y retiro la espada del cuerpo de Daniel para después ponerse enfrente del chico y mostrar la herida en su mano –fue un pacto de sangre–el chico sonrió contento por eso y le hubiera gustado decirle que se fuera al demonio pero estaba débil y cerro los ojos esperando el final.

Se despertó desorientado, había una luz espantosa y espero a que sus ojos se acostumbraran a la nueva luz, casi grita de emoción cuando vio al sol, nunca lo había visto, pero le contaban de el, de cómo era y como se sentía mirarlo directamente y el lo hizo lo miro directamente hasta que sus ojos ardieron y vio puntos de color, casi grita de la felicidad cuando descubre que lo le habían contado acerca del sol era verdad y aparte de todo lo demás, lo hacia sudar y sentirse acalorado esa sensación era nueva pero le gusto y pensó que esa era la sensación de morir.

Se dio cuenta de que estaba en el océano, en un barco donde el era el único pasajero aparte de bolsas de comida y plantas medicinales y otras cosas que el nunca había visto, se pregunto a donde se dirigían y si el barco tendría capitán aunque no era tan grande era un pequeño velero de superficie plana, con un compartimiento para la comida y la veleta, pero no se veía el timón u otra cosa que le ayudara a saber a donde se dirigía.

Cuando estaba muriendo el no se imagino que fuera así, se imagino prados llenos de flores, con las nubes en su cabeza recorriendo el cielo, tranquilidad y paz, no se lo imaginaba desolado, caluroso, adolorido se suponía que cuando morías no sentías dolor, ¨Quizá no estoy muerto¨ ese pensamiento lo dejo sin habla un momento.

¨Podría no estar muerto¨ su mente se vio confundida en una maraña de pensamientos y recuerdos, repaso todo lo que sintió y vio en aquella playa, pero no tenia la seguridad de que estuviera muerto, sentía su abdomen arder y se levanto la camisa que era diferente a la armadura que solia traer y observo como donde estaba la herida solo había vendas, se recostó en el suelo de madera del velero y espero a ver a donde lo llevaba la marea, esperaba cualquier lugar mientras la oscuridad no estuviera sobre este, amaba la sensación del sol y no quería volver a soportar la ausencia de este.

Sintió como el barco encallo en la arena y no quiso levantarse del suelo de madera, le ardía la piel ahora entendía por que muchos se escondían del sol, pero no le importo se levanto y sintió el frescor de la playa cuando se bajo del velero y toco el agua fría, pero para su suerte la arena no estaba fría y no traía zapatos, las plantas de sus pies ardían al contacto con la arena y corrió hasta la sombra de un árbol, tambaleándose un poco ¨ Realmente no estoy muerto y este sol es horrendo¨ pensó mientras se recostaba en la corteza del árbol y se volvió a quedar dormido.

Sintió como si alguien lo abofeteara y se levanto exaltado, literalmente lo habían abofeteado y ardió demasiado –Lo siento mucho pero no te levantabas y no se me ocurrió otra manera de levantarte-me dijo el chico mas guapo que había visto en mi vida, su cara era simétrica todo tenia que estar donde debía, sus ojos eran verdes como las hojas de los arboles, su piel era blanca aunque estaba un poco rojiza por el sol, su pelo era castaño claro y estaba un poco largo pero no demasiado como para que cayera por sus hombros, su cuellos era ancho y musculoso y se veía que hacia demasiado ejercicio por su increíble abdomen que se marcaba en la camiseta, era delgado y se notaba que también era muy alto, lo que mas me llamo le llamo la atención a Daniel fueron sus piernas, largas y poderosas, era demasiado guapo y retiro todos esos pensamientos de su mente al recordar que lo abofeteo.

–¡Pero no era manera de hacerlo! Me dolió–dijo mientras se toca la mejilla y esperaba que el ardor se fuera –Por cierto ¿Quién eres?–dijo curioso a lo que el otro con una brillante sonrisa blanca contesto –Soy Sebastián y soy tu compañero en este pedazo de tierra llamado Cielo Mágico… No me preguntes por que se llama así pero lo entenderás cuando te adentre mas en la isla–dijo lo ultimo susurrando y se levanto y se dio cuenta de el chico traía un par de zapatos extras, un suéter y una sudadera.
Tomaron los alimentos que estaban en el pequeño velero y se dio cuenta del nombre de este Cielo Mágico no.4 pero no le tomo importancia y siguió a Seb entre las palmeras hasta que se detuvo –Ponte el suéter y la sudadera, esto te parecerá loco pero detrás de esta colina… bueno observa por ti mismo– hizo lo que le pidió y sentía como rápidamente entraba en calor y siguieron caminando hasta que llegaron a la cima de colina y casi tira los alimentos y sentía como si su boca pudiera tocar el suelo, era enorme e imposible, todo estaba cubierto de nieve por donde veía todo era blanco incluso los pinos que estaban en el lugar estaban completamente cubiertos de nieve, y a donde su vista se perdía había paredes de niebla que no dejaban ver que hay del otro lado, y en medio de todo había una cabaña de madera, sintió la mano de Sebastián en el hombro y lo volteo a ver sorprendido, el tenia una sonrisa que decía que me comprendía.


–Bienvenido a Cielo Mágico, tu nuevo hogar– y realmente se sintió como en su hogar, sonrió y siguieron caminando hasta la cabaña, hacia demasiado frio y no entendía mucho pero le gustaba, le gustaba la isla, le gustaba la nieve y sobre todo le encantaba no estar solo y tener que preocuparse por ser el siguiente en morir.

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