lunes, 9 de mayo de 2016

Fuego Fatuo: Capitulo Dos

La sensación de agobio hacia que Jane se quisiera arrastrar por el suelo y salir de esa densa oscuridad donde lo único que podía escuchar eran reclamos y palabras en su contra, ella no había hecho nada malo, pero las palabras que caían por su mente decía lo contrario, creía que morir era la mejor acción pero termino en esa estúpida isla mágica atrapada con un chico que trataba de seducirla, pero lo peor eran los sueños que traían consigo recuerdos que no sabia que tenia como el de estos momentos.

–Eres una bastarda Jane, no solo jugaste conmigo, acabaste con mi ejercito y me has hecho a la idea de que me amas cuando no es así–decía aquella borrosa presencia, era como si la estuviera viendo a través de un vidrio de vapor, pero no sabia por que las palabras le dolían.

–Es mentira, yo no te use, yo solo…–busco las palabras adecuadas pero que podría decir en ese momento–No puedo saber realmente que siento por ti…–dijo seria pero antes de que pudiera pronunciar el nombre de la otra persona, la presencia la abofeteo y por alguna razón sentía el golpe tan real que la molesto.

–No pronuncies mi nombre, tu eres la mujer mas controladora y sucia que eh tenido el gusto de conocer, pero esto terminara aquí y ahora–dijo y las palabras calaron tan profundo en su alma que la embargo la desesperación, ella sabia que lo amaba pero temía a confesar su amor por la otra persona, tenia miedo de que la dejara y sus sentimientos fueran pisoteados, pero temía mas que la dejara sola.
–Eso es lo mejor–la cara de la joven se veía impasible pero sus ojos mostraban todos los sentimientos que sentía en ese momento, ira, miedo, tristeza, soledad, sentía demasiado que su mente ninguna parte de su cuerpo lo soportaba, pero no se lo demostraría, no le daría la satisfacción de saber lo que siente.

La presencia se dio media vuelta sin antes fruncir el ceño y mirarle despectivamente, podía sentir la tristeza viajando de su corazón a sus ojos y su mente volverse un borrón de pensamientos.

Se levanto removiéndose en su cama llena de sudor en medio de la noche y como todas las noches siempre despertaba sola.

La puerta de su habitación se abrió y se vio la cara de su compañero Ian tan preocupado e impasible como todas las noches que iba a ver si se encontraba bien, ya no recordaba cuantas veces se había levantado gritando en la oscuridad de su habitación y su compañero iba a visitarla para asegurarse de que estuviera bien y terminaba corriéndolo de su habitación tan rápido como llegaba.

–¿Otra pesadilla?–dijo desde la puerta sin entrar completamente a la habitación, sabia que lo echaría así que solo preguntaría eso y se volvería a regresar a su habitación y volvería a dormir, ella asintió levemente desde su cama y se recostó de nuevo dándole la espalda a la ventana por donde entraba la luz de la luna en esos momentos.

Se sintió tan sola que deseaba decirle a Ian que la acompañara y durmiera a su lado pero no lo haría, era testaruda sin duda pero su naturaleza tanto de líder como de mujer la obligaban a tragarse todo lo que sentía y nunca decirle a los demás lo que sentía.

–Buenas noches descansa–dijo con resignación el joven y se sintió triste, siempre se sentía triste al ser rechazado por Jane, el la quería y mucho pero Jane solo lo veía como se ve aun soldado en la batalla, como un peón como lo que realmente es un compañero y volvió con ese sentimiento de tristeza a su habitación donde fue difícil que conciliara el sueño y en algún momento de la noche se durmió.

Jane se quedo pensando en su sueño, si bien había tenido peores pesadillas y ni eso podía considerarse como tal, le había dejado en un estado de ebriedad emocional, sobre todo soledad e ira, era una guerrera, la mejor de su reino, podía acabar con ejércitos entero solo con su espada, podía usar cualquier objeto para matar, pero no podía luchar por sus sentimientos y deseos.

¿Dónde esta la mujer soñadora que solía esperar indudablemente el amor? Se pregunto con furia mientras apretaba las sabanas de su cama –A esperado tanto que olvido como se sentía el latir de su corazón ilusionado–dijo en voz alta y no sabia por que había dicho eso, pero le angustio la respuesta y se dispuso a dormir tratando de ignorar los atormentantes pensamientos que la confundían y hacían parecer débil, triste y femenina.

*******

Se sintió demasiado inservible cuando estando en medio entrenamiento se tropezó con sus pies y cayo de cara a la arena caliente, se sentía patética, abochornada y sudorosa pero sobre todo avergonzada, su cara ardía con la risa entrecortada de su compañero y le dedico una mirada de enojo desde el suelo que solo hacían que su compañero se riera mas, se veía patética y lo sabia pero le gustaba ver feliz a su compañero aunque fuera gracias a su torpeza que se reía, no lo hacia mucho y era gratificante ver que lo hiciera.

El dejo de reírse momentos después y la ayudo a levantarse y sacudirse la arena de la ropa para luego cambiar de entrenamiento a uno mas simple, le gustaba entrenar con Anthony, era un maestro excepcional y su físico la hacia arder en deseo de tocarlo, le gustaba mucho y era demasiado obvio que le gustaba y eso le molestaba.

–Natalia te parece si dejamos el entrenamiento por hoy– dijo Anthony fingiendo cansancio bostezando un poco y Natalia asintió levemente, ella se sentí fatal y los pulmones le ardían, tanto por el entrenamiento como por el sol, su parte de isla era horrenda, todo el tiempo hacia calor, la playa nunca terminaba y la cabaña esta rodeada de un pequeño bosque de palmeras que hacían mas húmedo el lugar, era una gigantesca playa y parecía que todo el tiempo era verano y odiaba eso ya que su pelo nunca se acomodaba y se esponjaba un poco.

Se estaban retirando de la playa que era donde normalmente entrenaban y comían para dirigirse a la cabaña cuando Anthony se detuvo e hizo que Natalia se detuviera también.

–Natalia, tengo un trabajo especial para ti–dijo mientras buscaba algo en el pequeño bolso de tela gastada que colgaba en diagonal de sus hombros.

–¿Qué clase de trabajo?–pregunto curiosa mientras deslizaba lascivamente la mirada por el cuerpo de Anthony desde los pies, pasando por sus piernas largas y gruesas por el entrenamiento, sus caderas mas estrechas que sus hombros, su abdomen firmen, su duro pecho junto con sus brazos, sus hombros anchos y bien definidos, su cuello un poco grueso pero sin exagerar, su barbilla, sus labios apetitosos, su nariz recta, sus pómulos fuertes, sus ojos verdes esmeralda con mirada distraída, su frente plana, hasta llegar a su cabello negro, ella ardía cada vez que lo observaba y casi sentía que se le hacia agua la boca, pero el solo la veía como una amiga lo cual la frustraba de sobre manera y le deja bien en claro que se podía ver pero no tocar, ella quería acurrucarse en su pecho y sentir la calidez de su cuerpo, sentir sus fuertes brazos protegiéndola de todo, pero sobretodo quería que la viera de otra manera.

Anthony después de rebuscar en su bolso, saco tres pequeñas esferas de vidrio de colores diferentes y se las dio un tanto dudoso y se percato de que dentro de estos cristales había piedras y se pregunto que eran.
–Las piedras son runas–dijo como si pudiera leer sus pensamientos, ella las miro curiosa era la primera vez que veía una tan cerca –y tu trabaja consiste en liberarlas del cristal–dijo sonriente y se marcho del lugar dejando a Natalia sola y confundida.

Era muy extraño que Anthony le dejara a Natalia cosas que hacer, que no fuera recolección, limpieza o cocina, ya que era un asco para la alquimia y aunque llevaban estudiándola mas de tres meses no se veía mejoría, ella decía que si no fuera por que Anthony es demasiado lindo aprendería mas, pero la verdad es que no confiaba en ella misma, era una inútil y una inservible, siempre le habían dicho eso y ella se lo creía, no tiene potencial pero por alguna razón esta en Cielo Mágico, no todas las personas pueden llegar a el pero si las que tienen ganas de cambiar al mundo y no que el mundo los cambie.

Suspirando empezó a caminar a la cabaña que compartía con Anthony pensando en como hacer la tarea que le encargo y pensó en buscar en las gruesas enciclopedias que llenaban la sala de estar haber si venia mas información sobre las runas o el cristal que las recubría.

Ese cristal no era cualquier tipo de cristal desde los colores que se mueven en su interior hasta la dureza de este esta claro que con simplemente estrellarlos en el suelo no servirá, necesitaban algo mas elemental para hacerle aunque sea una grieta que fuera significante.

Cristal Degirn era lo que protegía a las runas ¨un cristal hecho a base de diamante que solo se puedo romper con materiales específicos dictados por su fabricante¨  es una estupidez pensó Natalia, no entendía por que le dejo hacer eso Anthony pero no le gustaba, no era nada en concreto y que tal si ocupaba lava, o un trueno, no llovía muy seguido en Cielo Mágico lo hacia cada dos semanas o a veces no lo hacia en mese y acababa de llover hace apenas tres días, suspiro y siguió investigando sobre el cristal y las runas.

En total tenia había 20 runas pero las tres que tenia en su mano eran: Viento, metales y bestias, eran muy poderosas las tres pero no tenían relación la una con la otra y en ese parte de cielo mágico no hay viento, ni siquiera cuando llueve como podría liberar esa runa, suspiro y se dejo caer en el sillón deprimida, le gustaría saber que estaba haciendo su compañero en este momento y le explicara mejor que tenia que hacer, pero este era el momento del mes donde Anthony desaparecía por días para volver todo golpeado y lastimado.
********
La suave brisa de la noche hacia que su cabello largo y oscuro se ondulara un poco, amaba estar en medio del bosque y sentirse libre y sin temor a que Marco lo viera y lo mirara como si estuviera loco, si bien es cierto que desde que llego a Cielo Mágico nunca se ha cortado el pelo, cosa que le gusta ya que nunca lo podía tener así en Modeum, también se la pasa leyendo cuando debería estar creando y creando en el laboratorio pero no quería entrar en el sin saber nada y ser un completo inútil.

Todavía no entendía como es que podía leer los libros, eran tan antiguos que no estaban escritos en su idioma natal o alguno que alguna vez haya conocido, pero sabia que decía cada libro y agradecía por eso, sin embargo la duda siempre estaba presente cada que daba una vuelta a la hoja y cada palabra se rescribía a su idioma para poder leerlo.

Se quedo observando la luna entre las hojas de los arboles estaban en pleno ciclo otoñal cuando a los arboles se les caen las hojas después de ponerse marrones y caerse de la rama, le encantaba estar en ese lugar, era frio pero no tampoco hacia calor y no había muchos tipos de animales si acaso unas cuantas liebres y uno que otro venado que dejaban vivir aun por mas hambre que tuvieran, esos animales eran hermosos y majestuosos y nunca podrían perdonarse el lastimarlos.

Se estaba quedando dormido cuando escucho pasos que iban en su dirección y se puso en alerta, no le agradaba Marco era mucho mas extraño que el, no solo por aquel pelo dorado y bien cortado si no también por su mirada sin expresiones era como si le molestara la presencia del otro chico y eso enfadaba a Demian.

Se volteo a ver quien era y se pellizco varias veces para creer que eso era mentira, no podía estar en un lugar así, simplemente no podía, el no podía entrar en Cielo Mágico, quiso gritarle y correr hasta que sus pulmones explotaran en su pecho antes que siquiera pensar que era real, pero no podía estaba quieto y con la mirada desorbitada por el pánico, el señor de las tinieblas estaba frente a el en toda sus ostentosidad y malvada presencia.

Se miraron a los ojos y sintió como si pudiera ver su muerte en aquellos ojos negros como la noche, se sintió mareado por la desesperación que corría en sus venas y bajo l mirada, sabia que eso podía ser la muerte, pero no le importaba no podía ver a la muerte y hacer que esta parpadeara primero.

¨Si me matas hazlo rápido y sin dolor¨ repetía su mente varias veces hasta que volvió a mirar hacia donde estaba y solo vio a Marco parado mirándolo raro de nuevo, su cuerpo empezó a convulsionarse y cayo con un ruido sordo entre las raíces de los arboles.

Todo daba vueltas a su alrededor y los colores cambiaban tan rápido que era imposible nombrarlo y entonces su cuerpo se desplomo en la oscuridad, y solo murmullos se escuchaban, luego pasaron a ser palabras y luego gritos y todos eran una sola frase, una frase dirigida a el, una frase que deseaba no fuera verdad.

¨El ultimo hijo de la oscuridad ha llegado, solo falta cuatro sacrificios y el final del exilio llegara, solo cuatro muertes para cuatro liberaciones¨

Despertó exaltado y casi se cae de los brazos de Marco si este no lo hubiera agarrado mejor y lo miro con su típica cara impasible que el tanto odiaba.

–¿Estas bien?–pregunto Marco con su voz áspera y cansada y miro como sus rasgos duros e inflexibles se suavizaban un poco.

–Estaría un poco mejor si me bajaras–dijo y Marco negó con la cabeza y lo siguió cargando por las profundidades del bosque –Estoy bien enserio, solo un poco confundido–dijo y marco lo vio con esos ojos grises y fríos como el invierno, le daba miedo, todo en el era imponente y fuerte sus rasgos, su cuerpo podría competir con la dureza de una piedra e incluso la cicatriz que salía de la camisa para terminar cerca de su oreja se veía demasiado bien en el, era un guerrero, el perfecto guerrero que podría llevar la victoria a Modeum.

–Esta bien pero prefiero llevarte así hasta la cabaña… ¿Qué es lo que ha sucedido allá atrás?–pregunto y Demian pudo notar un atisbo de curiosidad en sus ojos.

–No se, tuve una alucinación y luego mencionaron la frase hijos de la oscuridad ¿sabes lo que significa?–dijo el chico un poco incomodo por como lo estaba llevando Marco.

Sintió como el cuerpo de Marco se estremecía antes sus palabras y contesto un poco forzado después –Los hijos de la oscuridad, son una leyenda se dice que cuando el ultimo hijo de la oscuridad sea descubierto se tiene que dar un sacrificio de cuatro de estos hijos para que la oscuridad se reduzca, se dice que será la única oportunidad de liberar a Modeum de la noche interminable–dijo serio y entonces tomo sentido la frase o profecía con la que había soñado.

¿Quién era el ultimo hijo de la oscuridad? Y ¿Quiénes se sacrificarían para acabar con la oscuridad? Eran preguntas que se repetían en la cabeza de Demian y se dio cuenta entonces que quizá el fin de su estancia en Cielo Mágico era limitada de ahora en adelante.

********
Des pues de la caminata a por la nieve a lado de Sebastián que iba contándome cosas que debía saber sobre el funcionamiento de la isla y como se las apaño para sobrevivir los primeros días era sorprendente.

Cuando llego a la isla no había ningún alimento o liquido en la cabaña, solo había utensilios, carbón y un sin fin de plantas que no podía consumir ya que muchas de ellas eran venenosas o ocupaban purificarse para consumirse, pero no sabia nada de cómo hacerlo, así que se construyo una lanza con una piedra y una vara larga y delgada y se puso a pescar, en la playa, luego hizo fogatas y durmió en la arena por que el frio era demasiado, después quedaba solo saciar su sed y creo una maquina a base de madera y tela para conseguir agua de la nieve y que esta no tuviera tierra u otros bichos y luego de  varios días consumiendo pescado el primer bote llego, previéndole de alimentos,  frutas y otro tipo de vivieres además de ropa y calzado mas cálido para la sección en la que estaba y lo raciono todo para que durara mínimo un mes o mas.

–Bien por ultimo lo que debes saber es que tenemos una misión en la isla y es crear uno de los cuatro principios de la alquimia, pero no todo es tan fácil como parece también tenemos…–se quedo pensando en las palabras que debía utilizar y mejor le dio una nota para que el mismo se enterara.

¨CM S.4
A*** M** D**
Bienvenidos a Cielo Mágico, ustedes son unos de los pocos
Afortunados en poder disfrutar de la estancia en una tierra tan mágica
Como lo es Cielo mágico sin embargo como todo
En este no es gratis y el hecho de haberlos traídos
A esta isla es por la única razón de derrotar
A la oscuridad ustedes son nuestro ultimo
Recurso.
Tienen que crear el elixir de la eterna juventud
Para poder salir de la isla, pero poder completarlo
Necesitan pasar las otras tres pruebas que se esconden
En el interior de la isla.
Buena suerte y que un fuego fatuo los acompañe
–O¨


Daniel se quedo un momento meditando las palabras del mensaje y lo reviso por los lados para saber cuales eran las otras tres pruebas pero no tenia ninguna idea.

–¿A que se refiere con otras tres pruebas?–pregunto curioso Daniel mientras observaba mejor a su compañero.

–Bueno, no lo se pero creo que las runas que hay en nuestra sección es una, puede que también haya una escondida en la niebla y la ultima quizá lo sepamos mas adelante–dijo un poco dudoso pero eso era mejor que no tener nada en mente.

Llegaron a la cabaña que estaba justo al pie de una enorme montaña que era cortada por la niebla y estaba cubierta de nieve y se pregunto ¿que si gritaba tan fuerte como pudiera la nieve caería causando una avalancha? Negó con la cabeza y entro a la cabaña que estaba hecha en su totalidad por madera, tenia una pequeña salita con dos sofás, una mesa de noche con varios libros apilados encima de esta y varias estanterías repletas de libros, luego había una puerta que entraba a una cocina con terminados en piedra para el fogón y una mesa para cuatro personas, también había dos escaleras una para llegar al laboratorio que estaba equipado con lo mejor de esa época y parecía como entrar a otro mundo donde literalmente la ciencia lo dominaba, la otra escalera llevaba a una segunda planta donde se encontraba el baño y dos habitaciones con camas de grandes y mas estanterías con libros, tenia una alfombra marrón con negro cubriendo el suelo, un sofá en una esquina y una mesa de noche frente a este, al lado de la cama había dos buros pequeños con lámparas de queroseno encima de estos y justo al fondo un baño propio y un closet que contenía dos cambios de ropa cálida igual a la que traía en ese instante y dos pares de zapatos.

–Bueno esta será tu habitación te dejare para que te acostumbres a ella, solo recuerda que tenemos que levantarnos al amanecer para entrenar y realizar el experimento–dijo con una sonrisa y luego salió de la habitación dejando solo a Daniel que se dispuso a darse un baño.

No se había dado cuenta de que ya había anochecido hasta que salió del baño y la oscuridad reinaba en la habitación solo siendo un poco iluminada por la luz de la luna.

Encendió las velas de queroseno que estaban en los buros y la habitación se lleno de tonos naranjas y negros y observo la soledad de su habitación mientras se quedaba dormido.


Sus parpados pesaban demasiado y no podía tenerlos abiertos mucho tiempo, quería quedarse despierto mas tiempo pero se sentía tan exhausto y su herida dolía que no pudo resistirse y cerrar los ojos por un instante que en realidad fueron minutos y vio una luz azul pasar por su ventana iluminando la habitación con su luz pero se quedo dormido antes de siquiera poder levantarse y mirar por la ventana para saber que era aquella luz.

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